Pablo Guede, entrenador del Málaga CF, durante un entrenamiento de esta semana, | MÁLAGA CF |
Con el transcurso del verano, el inicio de pretemporada y los cambios estructurales en la plantilla, en Málaga se respira un aparente optimismo que no se recuerda desde hace muchos meses.
Y es que la pasada temporada parece haber sido el culmen a un éxodo infernal que casi da con el club de bruces en el pozo de Primera RFEF.
A la llegada de Pablo Guede, se le suma una política de fichajes que ilusiona por incorporar a la plantilla a jugadores contrastados tanto en Segunda como en Primera División, otros como Febas, que ya demostró la pasada campaña que fue de lo mejorcito que tenía el Málaga en cuanto a calidad. Y sobre todo, jugadores con la reputación de tener la cabeza sobre los hombros y una profesionalidad al nivel de la categoría.
Con esto, la sensación de optimismo es acorde a la situación con respecto de dónde venimos. Si bien es cierto que no hay que echar campanas al vuelo, por lo menos parece que se están haciendo las cosas con sentido, se está incorporando a coste cero para las arcas a gente que promete aportar calidad y compromiso, y, algo muy importante, Guede gozará de la pretemporada para implantar su estilo de juego en una plantilla que se está haciendo acorde a sus pretensiones.
A pesar de todo, sigue habiendo algunos lunares en la planificación deportiva, y es en lo referente a la progresión de los jóvenes en el primer equipo. Lunares que el tiempo dirá si son grandes manchas o si se quedan en nada, dependiendo de cómo evolucionen los canteranos que acaben saliendo. Por ejemplo, la salida de Roberto, pendiente de firmar con el filial del FC Barcelona. A éste, se le puede unir Ramón, el cual ha sonado ya para el Villarreal o el Granada. Y otro que parece no contar es Kevin, que también podría salir cedido. Estos lunares lo serán si, de salir a bajo coste (como se presume) estos jugadores acaban triunfando fuera del Málaga. En todo caso, bien es cierto que el equipo necesita gente que aporte resultados para el presente antes que para el futuro, pero no se debe descuidar la parcela de los jóvenes.
En todo caso, la afición sigue a la expectativa de cómo quedará conformada la plantilla y ya se frotan las manos para ver los primeros partidos amistosos de este Málaga de Pablo Guede.