A Muñiz no le importa si sus jugadores están al nivel, si son capaces de empezar a mil revoluciones. Pero, por supuesto, el Málaga puede jugar con los tiempos. Para eso ha adquirido el colchón de puntos que tiene, y para eso juega con la ansiedad del rival, qué vale un punto para el Albacete. Solventados los incidentes de Chapín, la renovación de Calleja (que finalmente debe cristalizar porque Muñiz cuenta con él para Primera División) y pendientes del dictamen que se tome con Salva, el vestuario prefiere hablar de fútbol, que no se les da nada mal.

Lleno necesario en La Rosaleda
El vestuario espera al fin un lleno en La Rosaleda. Llegan noticias de la marea de 5.000 sportinguistas a Vigo, de los realistas que fueron a El Molinón. Y el Málaga espera un respaldo masivo de su gente en el partido del domingo que se vea acompañado de un viaje histórico de las peñas a Soria para ver el partido ante el Numancia, club con el que existe un buen grado de concordia.

Nueva ecografía para Salva
La fecha límite para Salva es hoy, que después del entrenamiento será sometido a una ecografía que desvelará cuáles han sido los progresos después de dos días de entrenamiento intensivos. El jugador tuvo buenas sensaciones el pasado miércoles y, aunque no está para entrar todavía en la lista, pretende evitar de cualquier forma la palabra quirófano. El doctor Pérez Frías tiene la palabra.
Fuente: www.as.com