Racing de Ferrol 0 – 0 Málaga

Era de esperar lo que nos encontramos en Galicia: frío, lluvia y un equipo bién plantado y que quería jugar bién al fútbol, y eso es de agradecer, atrás quedaron ya partidos contra equipos como Xerez, Albacete o Poli Ejido; equipos que, como acto de cobardía y escasez de recursos, al ver que les viene un equipo de arriba optan sin pensárselo por cerrarse y esperar a que suene la campana. Pero este Racing no es así, es todo un señor equipo y ayer lo demostró jugándole a un grande de la categoría de igual a igual y arriesgando para ganar. Sólo por eso ya merecieron el punto; mi enhorabuena a todos los ferrolenses por tener un club así.
El partido dió de sí todo lo que la lluvia le dejó, que más bién fué poco. Lo pudo ganar cualquiera, es más; pudo ser uno de esos partidos locos en los que se marca en cada jugada y al final acaba con resultado de fútbol-sala. Pero no fué así, ayer la pólvora también se mojó y los grandes triunfadores fueron los arqueros. Habría que resaltar la explosividad por la derecha de Pereira volviendo loco a Rossato. Y es que cada vez que este hombre cogía el balón me lo imaginaba en primera jugando de blanquiazul y se me hacía la boca agua.

Al final reparto de puntos y todos contentos. La próxima jornada viene la Real, y puede pasar de todo: si ganamos tendremos casi los dos pies en primera, si perdemos se nos hará de rogar el ascenso, y en caso de empate todo seguirá igual, o mejor.

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