Raúl Rentero – La onda expansiva |
Abdullah Ghubn, vicepresidente del Málaga, C.F. y brazo derecho del máximo accionista Al-Thani, “el Sheikh” como lo llama el propio Ghubn, ha concedido una entrevista a Diario As en la que ha valorado la actualidad del equipo. Tiempo hacía que reclamábamos desde estas ondas una aparición pública, clara, concisa y sin paliativos, para serenar los ánimos. Seguramente el momento elegido sea el más adecuado, cuando más zozobra el paquebote sobre la bajamar. Reclamábamos, según se dice, unas palabras, no ya de consuelo u optimismo, sino un golpe de mano, un puñetazo encima de la mesa. Algo así como la máxima del Gran Capitán: ganaremos o perderemos, pero aquí moriremos.
Sin embargo, nos encontramos con una soflama, bien medida y estudiada de antemano en la jaima, con su dosis política de positivismo. A todos nos preocupa, porque nadie pensaba en ello; y los reyes de Oriente menos que nadie, que nunca se imaginaron verse con acciones de Segunda. Ahora que el tiempo pasa y el temor es una realidad palpable, la preocupación del aficionado no es el nuevo estadio o los “petrocinadores”. Así lo ha entendido el escudero que una vez tras otra ha insistido en aplazar esas decisiones para no correr cortinas de humo sobre la realidad clasificatoria.
Sin embargo, y es de riguroso comentario, me preocupa sobremanera que a la pregunta, primera y última que se hace un seguidor boquerón, de si el Jeque continuará con el proyecto aunque sea en la Categoría de Plata, la respuesta del “vice” ha sido un tanto maresquiana. Ha echado balones fuera. Han tenido que pasar cinco preguntas del periodista, en las que en ningún momento ha querido contemplar la opción del Descenso, para que finalmente, y ya disparado a bocajarro, se ha visto en la obligación de enfrentarse al demonio rojo. ¿Qué harán en caso de descenso? Y, finalmente, después de tanta insistencia, tirado del cuello de la botella por el sacacorchos, Abdullah Ghubn, no ha tenido más remedio que poner blanco sobre negro. Somos los gestores del Málaga, así que tenemos que continuar pase lo que pase.
Será sensación de esta onda expansiva, pero no me ha sonado el “vice” demasiado convincente. Cuando a uno le tienen que sacar la respuesta con sacacorchos y agitando la botella, cuando uno responde con evasivas efusivas y efervescentes, cuando uno se niega a aceptar la realidad de un descenso para el que somos más candidatos que nadie, cuando uno se oculta bajo un velo de confianza y positivismo sin ni siquiera plantear la opción del hundimiento, la confianza que uno pretende transmitir se queda pegada en la garganta como la mucosa de la gripe en proceso.
El verbo “tener que” indica obligación, en este caso, a desgana. No es lo mismo decir “si bajamos a Segunda, tenemos que continuar” que “si bajamos a Segunda, continuaremos”. Más que nada porque, leyendo entre líneas, me parece escuchar un suspiro con su correspondiente “Qué remedio nos queda”. Menos mal que el castellano romance de Ghubn no alcanza para matices. Esperemos que tan solo se trate de una mala traducción. Por el bien de la entidad.
Por el bien del Málaga espero que el jeque no deje tirado al clun blanquiazul si las cosdas no salen como preveía .
Un saludo