Jesús Gámez |
Mal asunto cuando los buitres comienzan a volar alrededor de uno. Aunque aún rezumemos vitalidad, esperanza y cálculos matemáticos ver la sombra de las aves carroñeras haciendo círculos sobre nuestras cabezas provoca algo de inquietud. Después de la vuelta atrás en el Ciudad de Valencia, el Málaga C.F. se dispone a afrontar la peor de las pesadillas. Llega la recta final de la temporada y todos los pronósticos señalan al equipo andaluz como uno de los candidatos al podio de descenso. Los refuerzos de invierno se han convertido en un fuego de artificio y al jeque le debe de andar doliendo la chequera. Exceptuando a Demichelis los fichajes del mercado navideño apenas han aportado soluciones al problema. Es más, leyendo las crónicas foráneas del partido, comienza a resultar chocante -cuando no jocoso, dependiendo del periodista en cuestión- que los puntos travel se los vayan llevando Duda, Rondón, Sebas Fernández, Recio y compañía. Y mientras tanto ahí están los buitres leonados, avizorando la carroña. Los abrevaderos ya traen la comidilla preparada. El mismo lunes, tras el enésimo descalabro esta vez ante el Levante, los rotativos de la ciudad del Turia exponían a todo color que el Valencia quiere atar a Jesús Gámez “si finalmente se confirma el descenso del equipo de Pellegrini”. No sé qué causa más estupor, si la propia noticia en sí del interés del equipo ché por el lateral blanquiazul o la maquiavélica intención periodística de “si se confirma el descenso”. Hace tiempo que una de estas ondas “destapó” el posible interés del Málaga por el lateral valencianista Jordi Alba. Tiempo después nos vemos con los calcetines desparejados y es el Valencia el que viene a pescar laterales a La Rosaleda. Es cuestión de prismas. No lo tendremos en cuenta.
Mientras tanto, a esperar al Depor, cuyo partido se ha vuelto decisivo. Es una final. ¿Lo es? Tengo la sensación de que nos repetimos como el ajo. ¿Cuánto tiempo lleva jugando finales el Málaga? En fin, por si acaso, y para que sirva de elemento desestabilizador, habremos de empezar a ojear con mirada de director deportivo las plantillas de esos que “andan penando ahí abajo”. Euro al carro y al supermercado, a ver qué podemos rescatar de Almería, Deportivo, Hércules, Zaragoza, etc. ¡Ojo! Simplemente por si se confirma finalmente su descenso.
Es normal que den desde fuera al equipo por descendido. La inercia es la propicia para bajar a Segunda. Ojalá eso cambie.
Saludos.
animo, no bajeis nunca los brazos y apoyar a vuestro equipo al final, espero de todo corazon el año que viene oto enfrentamiento con vosotrs en primera, aunq nosotrs tampoco estams muy bien q digamos…
saludos!
Seguro que os salvais. Fe.Salyudos!