El Málaga prepara su partido ante el Oviedo del próximo Lunes con varias novedades en los entrenamientos.
A pleno rendimiento está Lumor, ya con contrato oficial aunque aún no inscrito en la liga oficialmente. Otro que ya entrena con normalidad es el central Ramalho, que parece haber superado sus dolencias físicas y podría ser novedad en la convocatoria para viajar a Asturias.
Sin embargo, Mel parece que no podrá contar con Hervías, que lleva toda la semana arrastrando molestias y se ha entrenado a menor ritmo junto con el descartado Gallar.
Una pena sin duda viendo cómo el futbolista riojano cuajaba su mejor partido con el Málaga el pasado domingo ante el Lugo, con una actuación completa aportando en ataque y en defensa y con un gol anulado por fuera de juego de Javi Jiménez junto a una falta lejana que sorprendía estrellándose en el larguero de Whalley.
El ganés Lumor, parece entrar en los planes de Mel como posible extremo que actúe como revulsivo. Se sabe que puede aportar mucho juego físico, pero quienes lo han visto jugar admiten que defensivamente deja mucho que desear, por lo que no sería descartable verle en posiciones adelantadas si Javi Jiménez sigue a pleno rendimiento en el lateral.
Otro nombre propio es el de Cristian Gutiérrez, que lleva toda la semana entrenando con el primer equipo tras su debut soñado en la titularidad marcando el primer gol de los tres que le hizo el Málaga al Lugo la pasada jornada. Es un hecho casi dado por sentado que volverá a repetir en el once de Mel este Lunes.
La incógnita es si, después del buen rendimiento que dieron la dupla Ramón – Luis Muñoz en el doble pivote, Mel sentará a alguno de los dos para que N’Diaye regrese al once tras cumplir su partido de sanción. Otra opción no descartable sería que jueguen los tres de inicio en detrimento de un Febas que lleva varios encuentros con «la flecha hacia abajo». Sin embargo, el problema que acuciaba al Málaga de llegar a los finales de partido con el agua al cuello en cuanto a lo físico podría tener una buena solución si, por ejemplo, se sale con la misma dupla al inicio de partido y para la última media hora se cuenta con un N’Diaye fresco que se coma todo el centro del campo él solito.
En definitiva, la situación se va aclarando y parece invitar al optimismo para el futuro inmediato. Ahora solo queda que la pelotita quiera entrar y la fiabilidad defensiva no decaiga.
Clave para ese objetivo es, como dicen los entrenadores, ganar las batallas en las áreas. Quizá el entrenamiento enfocado en partidillos de tres cuartos de cancha realizado este Viernes está enfocado precisamente en mejorar ese debe que aún tiene este Málaga.