El Málaga presentó en el día de ayer la campaña de abonados para esta temporada, y la controversia no se ha hecho esperar.
El día empezaba con el spot para la promoción de la campaña de abonos del Málaga. Un anuncio que, en mis casi tres décadas de malaguismo, puedo decir que es el mejor que he visto hacer a este equipo en cuanto a producción audiovisual. Es más, pocos podrán superarlo. En el anuncio, titulado «Lo difícil», se puede ver a Antonio de la Torre como aficionado sentado en la grada, y a Salva Reina, como barrendero que pasa y le indica que se marche al primero. Dos actores ilustres de la ciudad haciendo lo que mejor saben en pos de la entidad. Chapeau.
Tras ésto, llegaban los precios para los abonos de este año. Ha corrido mucha tinta en las redes sociales con muchos aficionados quejándose de lo elevado de los precios y del exiguo descuento. Incluso se ha podido ver alguna comparación fuera de lugar con equipos como el Bayer de Munich alemán.
En todo caso, parece que el club ha estirado al máximo el precio hacia arriba sin dejar que se rompa por lo desorbitado. El club necesita dinero y los abonados son un ingreso dulce. Aún así, no son unos precios tan fuera de lugar como pintan algunos, asequibles para muchos bolsillos. Además, con las colas que se han podido ver durante todo el día en las taquillas, se intuye que la cifra de abonados va a estar muy a la altura. Faltaría más.
Con todo, está pasando desapercibido el tema de que el Levante pueda descender de categoría por sanción administrativa. Si este hecho tuviera lugar, el equipo que permanecería en Segunda División, sería la Ponferradina, que le arrebató al Málaga la posición 19ª en el último encuentro de liga por culpa del gol del empate en el último minuto del Ibiza en La Rosaleda. Pasa eso y da para un drama que arrasaría en los Emmy o los Oscar. Oscar, el que se merece el señor Antonio de la Torre Martín, con su gran actuación en el spot que mencioné arriba. Según ha comentado en El Larguero, de Cadena SER, el Málaga le propuso otra idea de anuncio que no le gustó, y él mismo colaboró para crearlo. Grande Antonio y Grande Salva.