En las malas
Hoy se ha hecho viral en la comunidad malaguista que puebla las redes sociales un vídeo del programa de Movistar, «El Día Después». En el corte, un padre y un hijo cuentan sus vivencias como malaguistas a un reportero del programa.
😊 Sí, vendrán buenas, amigo. @MalagaCF #ElDíaDespués https://t.co/D5VMNsS3DA pic.twitter.com/PrYUSD3SKA
— El Día Después en Movistar Plus+ (@ElDiaDespues) October 31, 2023
El niño cuenta con gracia y desparpajo que él ha estado «en las malas y en las malas» aludiendo a que su padre le dice eso de que hay que estar «en las buenas y en las malas».
La capacidad del crío para explicar con pocas palabras lo que es «ser malaguista» ha propiciado la viralidad de dicho vídeo.
Y es que hay que pararse y pensar en los motivos por los que no decae una afición pisoteada por los resultados de su equipo con el paso de las temporadas. Bien es cierto que hay diversos fomos que nos han acompañado año tras año (un posible ascenso a primera, como el del pasado año; o el ser favoritos para ascender a segunda este año…) que pueden ser parte del motivo por el que la afición no pierde comba. Los números así lo demuestran: El Málaga es de los clubes de España que más gente mete semana tras semana en su estadio esta temporada.
Tiempos pasados
Esta situación se alimenta con la buena noticia de que la afición boquerona va acogiendo cada vez a más gente joven. Jóvenes que, como ese niño, pocos o ningún éxito de su Málaga Club de Fútbol han vivido. Muy lejos quedan ya ese Málaga de Champions, el Málaga asentado en Primera División que le metió una vez 5 al Barcelona, 3 al Real Madrid o 4 al Atlético. El Málaga de Peiró, de Javi Gracia, de Juande Ramos…
Y más lejos aún, las anécdotas que siempre oímos a nuestros mayores sobre goleadas míticas del Club Deportivo Málaga de los 80 a Real Madrid o Atlético de Madrid.
Fuera de esas vivencias, llevamos ya una década de un Málaga que no hace más que recibir palos deportivos. Ahora ese equipo juega fuera del fútbol profesional. Sin embargo, no se aprecia menos malaguismo que, por ejemplo, cuando visitaban la Rosaleda Real Madrid o Barcelona con el Málaga en la élite, donde muchos abonados del Málaga cantaban los goles del equipo visitante.
Es un fenómeno extraño. Quizá no tenga una explicación concreta y sea un cúmulo de muchos factores. Pero sería importante que no sea fruto de ningún fomo, y que la afición siga hacia arriba sean cuales sean los resultados del equipo.