Málaga 0-0 Sevilla.
Málaga y Sevilla empataron en un encuentro donde los de Nervión acabaron pidiendo la hora.
El Málaga de Gracia sigue siendo el equipo competitivo al que nos acostumbramos la pasada temporada. Al menos eso se ha dejado entrever en el estreno liguero ante un Sevilla más rodado y con mucho más presupuesto que los costasoleños.
La primera mitad estuvo marcada por el éxito de las jugadas defensivas sobre los ataques rivales. Gracia tenía estudiado hasta el más mínimo detalle al Sevilla y secó la pólvora de un equipo que viene de hacerle 4 al Barcelona hace unos días.
El Málaga mostraba un once ofensivo con Amrabat, Cop y Charles acompañados de Horta. Además, Gracia optó por darle la titularidad a Boka en el lateral izquierdo, y el marfileño acabó siendo uno de los mejores de su equipo poniendo en apuros el flanco derecho sevillano una y otra vez con sus internadas en ataque.
En la Segunda Mitad, el Sevilla parecía meter una marcha más al partido, pero solo lograban crear peligro con jugadas a balón parado y ahí el Málaga también se mostraba serio con unos centrales bien compenetrados y con todo el equipo solidarizado con la defensa.
Fue entonces cuando llegaba una de las acciones claves, N’Zonzi frenaba un contragolpe de Amrabat entrándole por detrás cuando ya había visto una amarilla en una acción anterior por evitar un saque de banda. Expulsión justa y a Emery se le derrumbaba su equipo como un castillo de naipes. El resto de minutos fue un completo asedio malaguista a la portería de Beto donde incluso llegaron a marcar el primer gol, obra de Charles, pero el colegiado Álvarez Izquierdo anulaba la acción por un fuera de juego inexistente ya que el delantero brasileño estaba por detrás del balón en el momento del pase
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Hay que tener en cuenta que desde la RFEF se ha instado a los árbitros este año a favorecer al equipo de ataque en caso de duda ante las situaciones de fuera de juego. Pero se ve que eso para el Málaga no cuenta.
Primer partido y primeros dos puntos que nos roban los árbitros, empiezan pronto a pisarnos la cabeza. Para que luego digan.