Festín del Elche ante un Málaga inoperante.
El Málaga recibe un duro correctivo en su estadio y deja entrever muchas dudas.
Pasó lo que muchos nos temíamos. Ya vimos un amago con el partido ante el Mirandés. Y es que cuando llega un equipo que presiona arriba, el Málaga pierde el norte. Y eso ha pasado ante un Elche que dio una lección de fútbol. No sé si en el banquillo visitante estaba Eder Sarabia o Gasperini, míster del Atalanta, porque el clinic de presión y robo de balón ha sido sublime.
Con ésto, los ilicitanos lograron que el Málaga se pasase todo el partido sin ser capaz de construir una sola jugada de ataque. Luego dijo Pellicer que “nos ha faltado el último pase” pues no sé qué partido vio. Es más, no recuerdo ninguna combinación que lograra pasar de la medular. El Elche sin embargo golpeó pronto gracias a un nivel de intensidad muy por encima de los de Pellicer.
Creo que la falta de autocrítica del entrenador indigna casi más que el resultado. “No le hemos perdido la cara al partido” añadía el de Nules. En serio, ojalá se vea pronto la repetición del encuentro, porque no sé dónde estaba durante los 90 minutos si de verdad piensa eso.
En la segunda parte, lo mismo. Golpe rápido y casi KO tras el golazo de Nico donde Herrero no pudo hacer nada. Y el tercer gol, ya avanzada la segunda mitad, sería fruto de una de tantas pérdidas en construcción que propició una jugada de peligro que acabó con penalti por mano de Galilea.
No tenemos plan B
Este es uno de esos encuentros que hacen aflorar las dudas sobre si tenemos equipo y entrenador para esta no pasar apuros en esta categoría. Lo digo y lo diré muchas veces: Cuando nos presionan, nos quedamos sin ideas. Pellicer no tiene nunca plan B para estas circunstancias. Si nos encontramos equipos con buen físico que presionen nuestra salida, lo tienen todo hecho.
El Málaga no tiró a puerta en todo el partido.
Y por otro lado, el tema de la calidad. Los duelos individuales denotaban un equipo de mastodontes ante otro de niños de colegio. No sólo no ganábamos ninguno, sino que, en muchas ocasiones, un solo jugador del Elche necesitaba del oficio de tres o cuatro malaguistas para pararlo.
Con este panorama, pocos goles nos han caído gracias a que, tras el tercer gol, el Elche bajó la presión. Partido para hacerse mirar muchas cosas. Con todos los respetos al Elche, si hacemos que un club de segunda parezca un equipo top de Europa, hay muchas cosas que no estamos haciendo bien. No todo es correr y esperar a la suerte. Hay que plantear bien los encuentros y hay que contar con muchos más escenarios que el que tú quieras que sea. En fin, 0-3, goleada merecida para los de Sarabia y a seguir remando. No nos queda otra.