Ídolos del barrio.El Málaga vence al Sporting en una remontada épica con la cantera como protagonista.
Partido muy denso el que se disputó entre Málaga y Sporting. Dos equipos a pocos pasos de sellar la permanencia que se veían las caras donde incluso un empate podría haberles valido a espensas de lo que hiciera el Eldense al día siguiente.
La primera mitad nos dejó una gran parada de Alfonso Herrero al mejor jugador sportinguista, el atacante Otero. Fue una falta lanzada desde la frontal que el meta toledano atajaba de forma heróica.
El Málaga salió con un sistema de tres centrales buscando una profundidad con Cordero y Víctor por las bandas que apenas inquietó a los asturianos.
En la segunda parte, el Málaga parecía salir con más dominio. Pero eso fue un espejismo, porque en una jugada rápida de los sportinguistas con un gran cambio de orientación, a Otero le llegaba un gran centro obra de Guille Rosas y ganaba la espalda a Nelson y le comía la tostada a Murillo para rematar y poner por delante a los visitantes en el marcador.
El Málaga reaccionaba. En principio, desde el banquillo. Pellicer dio entrada a Manu Molina y a Dioni por Lobete y por Izan. Ambos fueron claves. El de Huelva para aportar claridad en la construcción de jugadas y el malagueño para arrastrar defensores y dejar más huecos a Chupete. Con ésto, Pellicer volvía al 4-4-2.
Y con esta situación llegaría el que para mi es el gol de la temporada. Manu Molina manda un balón largo para Larrubia en banda derecha. El canterano malaguista sortea bien a su defensor y pone un centro para Chupe que se le quedaba atrás, pero que en un movimiento de esos que no se entrenan, acabaría marcando de espuela poinendo el balón casi en la escuadra de Rubén Yáñez. Insisto: El gol de la temporada.
Este gol daría alas al Málaga, que siguió sin perderle la cara al encuentro. Aunque el Sporting también creaba peligro, sobre todo por la blandura en defensa que acusaba por momentos el Málaga. Pero ya muy cerca del minuto noventa, un balón en profundidad desde Víctor García para Chupe, lo ganaba el delantero cordobés cuerpeando con el central rojiblanco y se quedaba solo ante Yáñez batiendo de nuevo al meta ex malaguista.
Los Ídolos del barrio, como dice Pellicer. Muy meritoria la cantera sacando las castañas del fuego.
Noche espléndida para Chupe, Larrubia y para enorgullecerse en general de la cantera de jugadores que tenemos en Málaga.
Con estos tres puntos, la salvación es virtual. Solamente un triple o cuádruple empate con Eldense y otros equipos podría dar con el Málaga en descenso. Muy cerca, muy cerca de decir que nos quedamos en Segunda.