Málaga 0-2 Betis
El Málaga comenzó el encuentro de forma impecable, los jugadores iban a ganarlo desde el minuto uno. Pero el Betis había estudiado las avalanchas malacitanas y habían dispuesto de una rocosa defensa que abortara los ataques albicelestes. Y vaya si lo lograron. Aunque gozaban de la posesión del balón, los de Pellegrini no lograban inquietar con claridad la portería de un Fabricio impecable esta noche.
Fue a partir del minuto 35 de partido cuando el desgaste hizo mella en la plantilla malaguista y bajaron los brazos. Momento que aprovechó el Betis, cual boxeador cansando a su contrincante para atacar, para hacer los dos goles. Ambos a balón parado, y ambos gracias a más fallos defensivos en este tipo de jugadas.
Muchos nos temíamos que el partido ya estaba resuelto. Y fue así. La segunda mitad dio para que Duda ocupara una banda que en el primer período la había rondado un espectro que creíamos que era Eliseu, pero que no inquietaba el área rival y perdía balones que ocasionaban contragolpes de los verdiblancos.
Tampoco fue la noche de Gámez, ni la de Rondón, demostrando que anda escaso de olfato goleador.
Se salvaron Demichelis, haciendo de improvisado Toulalan lo mejor que pudo; e Isco, que a pesar de no haber estado todo lo fino que en otras ocasiones, era en el que más esperanzas se depositaban para ver claridad en la portería rival.
Ya son tres puntos menos que nos habrían asegurado, casi, una plaza en la Europa League del próximo año. Ojalá tan sólo haya sido «un pinchazo».
Sería importante saber que los problemas con las denuncias y demás no han hecho mella en la moral de la plantilla ocasionando ese bajón de brazos tan atenuado en el primer tiempo. Recordó por unos instantes al Málaga de hace dos meses cuando los jugadores no cobraban su salario de forma regular. Tal vez todo sea mera coincidencia, eso esperamos.