Con la disputa de los primeros encuentros amistosos hemos podido hacernos una idea de cuáles son los planes de Guede para decidir a qué quiere que juege el equipo.
Además, tras el pasado encuentro disputado ante el Cádiz donde se notó el trabajo del míster en cuanto al juego propuesto y cómo los jugadores van cogiendo poco a poco el tono físico a la vez que desarrollando automatismos; habló Pablo Guede para la prensa, y dejó algunas frases clave.
Sobre las posiciones en las que ha puesto a los jugadores, matizó que prioriza contar con hombres polivalentes, y que está usando estos partidos para situar a cada uno en posiciones distintas dentro de su ámbito. Visto así, los amistosos suponen más bien una suerte de experimentos más que la adaptación a la competición.
Sobre el gran problema en el juego del Málaga, que no es otro que defender en el juego a balón parado, Guede sí mostró preocupaciones. No cabe duda que tendrán que aplicarse en este aspecto si no quieren hacer aguas en una competición tan igualada como la Segunda División, donde el más mínimo fallo en esos detalles puede decantar la balanza de los partidos.
Guede aplaudió el juego desplegado por el Málaga y recalcó que era importante que en las jugadas combinativas se mostrase tal acierto en los pases.
Además, informó que durante estos días el equipo seguiría desarrollando el tono físico para, dentro de una semana, empezar a competir como si fuesen partidos de liga.
Ahora bien, hay parte de la afición que se está dedicando a incluso pedir la cabeza del entrenador por los malos resultados. Nada más lejos de la realidad, es bueno hacer memoria y ver cómo con entrenadores como Antonio Tapia o Manuel Pellegrini, el Málaga tardó meses de adaptación hasta que la plantilla interiorizó los planes del técnico en cuestión y pudo desplegar el juego propuesto de forma eficiente.
Es más, me aventuro a decir que el juego que Guede pretende poner en práctica es lo más parecido al juego que desarrollaba el Málaga de Manuel Pellegrini la temporada de Champions. Con una defensa adelantada y una presión al rival en todo el campo, rápida recuperación y juego combinativo en zonas de tres cuartos, con delanteros móviles y con jugadores adaptables a distintas posiciones según el momento.
Por tanto, solo queda pedir paciencia a la afición, porque lo que viene tiene una pinta bastante agradable. Pero tardará en llegar.