El Málaga afronta la tercera jornada de liga con bajas en la defensa y mucho trabajo por delante para remendar los desajustes que quedaron en evidencia en el último partido ante Las Palmas.
Guede ha tirado del jugador del filial Moussa para paliar la baja a última hora de Bustinza, que acompaña en la enfermería a Burgos. También son novedad el argentino Chavarría y Haitam.
El míster malaguista lleva desde el 0-4 de la pasada jornada dando la cara ante los medios y asumiendo sus errores como propios y exculpando a sus jugadores. Ha pedido paciencia a la afición y prensa y ha asegurado tener fe en que los éxitos llegarán.
Dada la situación, y tras analizar los errores en el planteamiento y ejecución ante Las Palmas, resulta comprensible que ante el Mirandés el equipo no llegue a rendir de forma solvente salvo desastre del rival.
Ante este panorama, resulta importante no caer en resultadismos y atender al juego desplegado por el Málaga. Bien es cierto que los resultados son la clave para el éxito, pero el camino de la victoria pasa por hacer buenos partidos, y probablemente tengan que llegar partidos buenos con resultados malos antes de que empiece a engordar el casillero de puntos.
Así, la confianza en Guede puede empezar a enraizar si se tornan palpables los resultados de los entrenamientos. En todo caso, dudo que si no se aprecian mejorías en los próximos 3 o 4 encuentros, el entrenador vaya a seguir contando con la confianza de directiva y afición.