El Málaga no vence, pero convence.

En un campo tan difícil como es Ipurúa, el Málaga dio una buena imagen que alivia un poco el pesimismo generado.

Pellicer volvió a usar su esquema con tres centrales. El once inicial fue muy parecido al que preveíamos, solo con la inclusión de Murillo por Pastor.

Hay que decir que el Málaga fue capaz de mantener el ritmo de juego sin caerse ni bajar los brazos durante los 90 minutos de encuentro. Algo que en Huesca no se logró. Es verdad que al final del partido, ya con un Eibar a la desesperada, el Málaga se vio algo asediado.

En todo caso, la sensación general es de que el equipo ya ha pasado la mala racha de juego de los últimos encuentros y ya se le ve a un nivel mucho más competitivo para afrontar la recta final de liga.

Como nombres propios, hay que quedarse con muchos canteranos:

• Larrubia. El flaco estuvo casi todo el encuentro marcado con ayudas. Sin embargo, fue capaz de dar oxígeno manteniendo el balón y regateando una y otra vez para clarificar el juego del equipo.
• Murillo. Mostró oficio y solidez atrás y logró un golazo para empatar el partido. No se le notó la falta de partidos.
• Cordero. Suplente, jugó toda la segunda parte y fue un puñal por la banda izquierda. Cada vez que le llegaba el balón, daba la sensación de peligro.
• Rafa. El debut soñado. Fue salir y marcar un golazo desde fuera del área. Su buen hacer con el At. Malagueño se trasladó anoche al primer equipo. Es el futuro del centro del campo malaguista.

Los no tan jóvenes Herrero y Dioni realizaron también muy buenas actuaciones. Me permito afirmar que Dioni Villalba no debe salir de la titularidad en lo que resta de temporada. Es más, ya tardan en renovarle el contrato.

En todo caso, el Málaga no venció, pero convence con este juego, orden e intensidad. Anoche sí vimos el sello de Pellicer. Esperemos que la tendencia siga siendo hacia arriba y empiecen a sumar de tres en tres muy pronto.