El Málaga disputó un partido ejemplar en el que anuló la eficacia del líder del campeonato.
Gracia partía con un once inicial que invitaba al pesimismo / pasotismo, dando por hecho que era mejor reservar fuerzas para el próximo encuentro en el que se juegue con alguien de nuestra liga.
Nada más lejos de la realidad, el planteamiento realizado por el técnico navarro puede calificarse de ejemplar.
Gracia es un estudioso del rival. Bien lo demostró anoche anulando toda la capacidad ofensiva de una plantilla como la del Barcelona. A sabiendas de que sus estrellas no necesitan mucho para perforar tu portería, el técnico malaguista planeó una maraña defensiva que daba amplia libertad a las bandas rivales y cerraba todo su potencial por el centro.
El resultado no pudo ser mejor: Cero disparos a puerta del Barcelona.
Con todo, el Málaga tuvo varias ocasiones claras para adelantarse en el marcador, y fueron los palos y la suerte los que determinaron el 0-0 final.
Aunque a día de hoy predomine el debate de si Weligton agredió a Messi, etc. Lo cierto es que lo más llamativo de la noche (a ojos de un seguidor neutral) debió ser sin duda alguna la excelencia y el juego en equipo que mostró el Málaga C.F. Y con ello debemos quedarnos igual que hacemos cuando otros “agreden” a los nuestros.
Al final, empate sin goles que hace justicia a ambas escuadras. Lo más positivo fue el debút como titulares de Juanpi y Samu Castillejo, además de la calidad mostrada por Amrabat, el cuál él solito hizo temblar a toda la defensa culé en más de una ocasión.