El Málaga golea a un Celta lleno de suplentes y con la cabeza puesta en Old Trafford.
Se presumía una victoria fácil para los malaguistas y se cumplieron las previsiones con la visita de un Celta de Vigo que llegaba sin jugarse nada en Liga e inmerso en su eliminatoria de semifinales de Europa League.
El Málaga gozó de menos posesión de balón que el equipo vigués, pero sin embargo, la totalidad de las ocasiones de peligro fueron del lado del equipo andaluz.
Tuvo Sandro una ocasión clara delante de Sergio, pero el meta (en un estado de forma espectacular) taponó el disparo a bocajarro.
Ontiveros, cada vez más asentado en la titularidad, cuajó probablemente su mejor partido en Primera División. El marbellí se convirtió en una pesadilla constante para el flanco izquierdo gallego, y era objeto de faltas de forma iterativa como único medio eficiente de pararle los pies.
Pero en una de sus internadas por la banda, el canterano malaguista viró hacia el centro y encontró hueco suficiente para acercarse al área y disparar sin pensarlo, logrando uno de los mejores goles de la jornada y poniendo la ventaja en el marcador para su equipo.
Tras ésto, el resto del Primer Tiempo fue casi un monólogo de posesión celtiña, pero con nula profundidad.
En la Segunda Mitad, el Celta trataba de salir en la misma tónica de posesión, pero con el paso de los minutos y el aumento del cansancio físico, el Málaga iba encontrando hueco. En una genialidad de pase de Ontiveros a Sandro y posterior intentona trastabillada de bicicleta dentro del área ante Cabral, el canario era derribado por el central argentino. Del Cerro Grande no dudaba y pitaba penalti a favor de los locales. Ejecutaría Recio engañando a Sergio con total tranquilidad.
Se olía ya el final del partido cuando los locales decidieron que querían más espectáculo: Pase al hueco genial de un Keko que gozó de pocos minutos, para Juancar que rompía la defensa. El madrileño se quedaba sólo ante Sergio, pero asistía y regalaba un gol fácil a Sandro que ya lleva 16 tantos esta temporada. Los gritos de “Sandro quédate” en la grada eran un clamor. Sin embargo, la presencia anoche de directivos del Everton junto al agente de Sandro hacen pensar que será imposible retenerlo en la Costa del Sol.
Aunque soñar es gratis, y que soñemos, eso es justo lo que han logrado Míchel y compañía con el gran trabajo que están realizando desde su llegada a Martiricos.